lunes, 31 de diciembre de 2007

Año nuevo

Hoy se acaba un año más, y se va igual que empezó, o quizás peor. Por mi 2007 no han pasado grandes cosas, con todo lo que pudo haber sido. Esta vez, las cosas que imaginé que quería estuvieron demasiado lejos de lo que realmente hice. En Barcelona, perdida entre una multitud que pasa y no se detiene, después de más de un año sigo sin rumbo. De vuelta a casa, una acaba confirmando que ya no hay prácticamente nada que la ate a este lugar, que mis raíces tendrán que estar en cualquier otro rincón, que ya hace tiempo que no hay nadie que me espere, que los amigos ya no son amigos sino de sí mismos, que el mundo gira y parece que yo no.
Un año de gente que va y viene, más lo primero que lo segundo. Los de siempre, que en realidad dudo que estén ahí de verdad. Los que llegaron y se fueron pronto, a Tokio o a Pekín. Los que me encontré por el camino, aquí y allá. Los viejos amigos, que reaparecen desde la distancia. Los llegados del otro lado del mundo, que han entrado en mi vida hace poquito.
Un año de cargar maletas, de Barcelona a Avilés y de Avilés a Barcelona. Viajes que me han permitido descubrir un poquito más el mundo y saber que merece la pena: Estambul, Londres. Largas esperas en aeropuertos. En cada uno se queda un trocito de mí, que de tanto ir de un lado para otro, creo que me acabaré perdiendo entera.
Un año de muchas lágrimas, pero también alguna buena noticia, no ha habido daños irreparables. Dicen que de todo se aprende, sobre todo de lo malo, por eso no quiero arrancar páginas.
Al 2008 sólo le pido una cosa: que no se parezca en nada al año que acaba, que no sea como empieza. Repasando los posts de hace un año, en que me proponía mirar el mundo con otros ojos, me doy cuenta de que no ha cambiado nada, y no me gusta. Este año no he vivido, he sobrevivido. Pero no se puede permanecer como un espectador, viendo pasar la vida como si fuera una película en blanco y negro. Mi propósito para este año es arrancar las raíces que me atan, a recuerdos, a personas y a lugares. Empezar otra vez, no desde cero, sino en negativo. Con los ojos puestos en Tokio, y dispuesta a no seguir pasando desapercibida en la espera. Que los que se van sepan lo que se pierden. Y los que se quedan sepan que merecerá la pena.
Brindaré, aunque sea en soledad, por que de verdad éste sea mi año como dicen, el año de la rata, mi horóscopo chino.
¡Feliz 2008!

sábado, 29 de diciembre de 2007

Deseos

Que la distancia entre lo que imaginan que quieren hacer y lo que finalmente hacen no sea excesiva. Que sus éxitos no las hagan desdichadas ni sus fracasos felices. Que lean siete libros más que el año anterior.
(Algunos de los deseos para el nuevo año de Juan José Millás, para las mujeres que escriben).

martes, 25 de diciembre de 2007

Aaaarggs!!

Es lo único que siento hoy: asco.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Despedida

No me gustan las despedidas, por eso volveré. Las veces que haga falta hasta que los japoneses aprendan a dar besos y los catalanes dejen de darlos con cuentagotas. ¡Feliz navidad! Y yoiotoshio!

domingo, 16 de diciembre de 2007

Patinado...

Sukeeto para los amigos.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Sucedáneos

Esperas el trabajo de tus sueños, en el que te sentirás realizado intelectual y emocionalmente, hecho a tu medida, pero nunca lo encuentras. Mientras sigues esperando a que llegue la gran oportunidad, sobrevives con ese curro que no te aporta nada aparte de un mísero sueldo. Quieres vivir en una bonita casa en la que cada espacio sea una parte de ti, y compartirla con aquellos que lo merezcan, pero aguantas el tipo en ese piso enano y destartalado, demasiado lejos del centro, porque no tienes dinero para más. Conoces al amor de tu vida, porque ha estado ahí algún día, pero sabes que no es para ti, lo asumes y te conformas con lo que va apareciendo, con besos vacíos. Te gustaría encontrar esos amigos que están ahí siempre que los necesitas sin tener que pedírselo a gritos, con los que compartir risas, hacer viajes, intercambiar confesiones; pero mientras llegan pasas parte de tu tiempo con gente que no tiene nada que ver contigo, a la que tienes que arrastrar para que te dediquen un ratito. Todo eso son sucedáneos. La vida es un sucedáneo de nuestros sueños. Anhelamos lo que no tenemos, pero tampoco pedimos tanto. ¿O quizás sí? No parece tan difícil... Mientras tanto, imaginamos que todo esto que tenemos tampoco es tan diferente de aquello que buscamos, que es cuestión de tiempo. Sabemos que algún día llegará, mientras tanto nos limitamos a esperar y nos resignamos con lo que ha caído del cielo. Quien no se consuela es porque no quiere.

Páginas en blanco

Enfrentarse a una página en blanco es una sensación a la que muy pocos se enfrentan a lo largo de su vida y, sin embargo, es una de las más emocionantes. Tú solo frente a lo que podría ser la canción más bonita del mundo, la carta más sincera, o simplemente una líneas en la que liberas parte de lo único que posees realmente: tus pensamientos. Por eso al leerte pienso que cada uno de tus posts son un regalo, pero no un regalo común que te ilusiona durante un tiempo limitado, que guardas en un cajón y que con el paso del tiempo ni tan siquiera recuerdas la cara que pusiste al recibirlo; son un regalo del corazón que hacen que cada día sienta que te me das un poquito más de ti... Hoy mi página en blanco es una canción desesperada porque creo que en estos momentos no me siento con fuerza de hacer feliz a la gente cuando ni tan siquiera yo recuerdo qué es eso. Pero como reza mi mensaje del messenger: i know that everything´s gonna be allrigth. Me quiero convencer a mí misma... después puede que te vuelva a hacer feliz a ti también de nuevo.

(Directa hacia el lugar donde habitan los sentimientos, colaboración de Leticia, una gran amiga que está ahí a pesar de la distancia, y que ayuda a escribir algunas de todas esas páginas en blanco de mi vida, a llenar con sus palabras estos momentos vacíos de inspiración y de motivaciones. Porque las escribiremos todas algún día, porque la felicidad va y viene, y tal vez mañana, tal vez pasado, llegará hasta ti, y hasta mí. Y la pluma se deslizará sola sobre el papel, dibujando lo que soñamos juntas, o lo que nunca llegamos a imaginar.)

jueves, 6 de diciembre de 2007

Mi primer robo

Ayer me robaron en Barcelona por primera vez. Algún día tenía que pasar, pero ¿por qué a mí? Todavía no entiendo cómo pudo ser, en menos de un minuto y sin quitarle el ojo al bolso. Me he quedado sin dinero y sin la infinidad de tarjetas que llevaba: de crédito, dni, da las tres universidades, para fichar en el trabajo, sanitaria, de metro, de tren... En fin, que por 30€ que se han llevado ya podían devolvérmela. Es lo que nos seguirá pasando si las cosas siguen como están en este país, que deja impunes a los amigos de lo ajeno (suena a frase de abuela, lo sé, pero la rabia no me deja pensar). A los asiáticos que conozco les daría vergüenza que esto pasara en sus países, porque para la mentalidad oriental el robo es moralmente inaceptable. A mí también me da vergüenza a veces vivir en un país como este, en el que nuestra calidad de vida y seguridad van desapareciendo poquito a poco.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Nihongo

¡Cuánto tiempo he invertido en ti y para qué poco me sirve! Últimamente me estoy dando cuenta de lo desagradecido que es el japonés, una dedicándole esfuerzos durante años y resulta que soy incapaz de comunicar hasta la más mínima tontería. Hoy he hecho el noken, que ha venido a confirmarme mis peores presagios... Lo del japonés es un poco muri, como tantas cosas en la vida, que corres detrás de ellas y parece que la meta se aleja cada vez más y más. En realidad, debe de ser eso lo que le da emoción a la vida, siempre hay nuevos retos que perseguir. Como dijo Buddha (creo, y si no alguien lo dijo algún día, que es lo que importa), "mide tus éxitos en función del esfuerzo que te haya costado conseguirlos". Mi "no apto" será un pequeño gran éxito.