jueves, 21 de febrero de 2008

Hostess

Porque mientras no encuentro un trabajo de verdad, me voy dedicando a engrosar mi lista de lo que no quiero ser en la vida. Ni azafata, ni promotora de ventas, ni ejecutiva de una gran multinacional, ni la jefa mala. Me quedo con los buenos momentos en el staff room, dedicando lindezas varias a todos los trabajadores de NEC que fueron nuestra sombra durante cuatro largas jornadas de florero, rodeadas de japoneses que entendían y hablaban perfectamente el castellano, lo cual ignoramos hasta el último día. Por las chocolatinas y los ositos de gominola, los bocatas con cosas raras untadas, el dolor de pies, la doble capa de maquillaje, las corbatas de los vecinos de enfrente, los intentos por descifrar el inglés y el japonés, los cartelitos verdes y rojos. Laura, Nuria, Tomo, Wagner, Nina, Aliona, Marta... fue un placer.