Mario tiene la facultad de escribir como si estubiera hablando, siempre pienso que es en realidad la virtud mas grande. Recuerdo la primera vez que le escuche por primera vez, en un ya por entonces ajado cassette de un concierto de daniel viglietti en montevideo, en el que colaboraba benedetti leyendo poemas suyos. Recuerdo como me gustaba esa voz fina pero potente, suave, pero a la vez llena de energia. Recuerdo que tiempo mas tarde cayó en mis manos el libro de aquel concierto, donde aparecian las letras de vigiletti i los poemas de benedetti. De aquel libro la poesia que mas me gustó fue aquella que comienza: Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas. Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme. "
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Mario tiene la facultad de escribir como si estubiera hablando, siempre pienso que es en realidad la virtud mas grande. Recuerdo la primera vez que le escuche por primera vez, en un ya por entonces ajado cassette de un concierto de daniel viglietti en montevideo, en el que colaboraba benedetti leyendo poemas suyos. Recuerdo como me gustaba esa voz fina pero potente, suave, pero a la vez llena de energia. Recuerdo que tiempo mas tarde cayó en mis manos el libro de aquel concierto, donde aparecian las letras de vigiletti i los poemas de benedetti. De aquel libro la poesia que mas me gustó fue aquella que comienza:
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme. "
Preciosa, no?
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