martes, 30 de enero de 2007

Pájaros

Un examen menos, un día menos para estudiar para los que se me vienen encima, menos ganas que nunca, demasiada información y 24 horas muy cortas al día. ¿Cómo estudiarse 250 folios sobre la dinastía Zhou, los Han y demás chinos que se han ganado un lugar en la Historia Antigua de la civilización, sin sucumbir a la tentación de entretenerse mirando las nubes? Difícil tarea. Y más aún cuando una tiene ya de por sí la cabeza llena de pájaros, o eso dicen. La verdad es que en momentos como éste no puedo evitar pensar: "¿qué he hecho yo en los cuatro meses que llevo viviendo en Barcelona?" La respuesta es sencilla: nada. No es un secreto para nadie que mi vida social es prácticamente inexistente, así que se supone que debería haber dedicado mi tiempo a algo productivo, pero tampoco, a la vista está. Y llegados a este punto, mi conclusión es que, a pesar de haber empezado a ver las cosas de otro color, una sigue siendo lo que es: aparentemente fría e inaccesible, un esfuerzo que la mayoría no creen que valga la pena hacer... Y yo sigo buscando esa belleza imperfecta donde sé que no la hallaré. Y alimentando a mis pájaros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el balance mas objetivo sería pensar que haz hecho en estos mil siglos que llevas habitando en la historia, asi sabrás que eres el compendio de todas aquellas cosas maravillosas por las que a cualquier ser vivo le valdría la pena esa condición.
Que esa frialdad e inaccesibilidad, a veces real, a veces aparente pero siempre transparente han forjado en muchas personas de tu entorno (entre las que me incluiría con tu permiso,por supuesto)el deseo de ser mejores personas.(aunque en mi caso fué demasiado tarde, y no me acanzarían las lágrimas para llorar mi inexactitud historica-temporal,mi torpeza).
Existen seres que sin hacer nada, lo han hecho todo, nunca desconfies de la nada,ya que la nada es el motor que todo lo mueve, solo se crea aquello que no existe.
Me resta pedirte, por favor, que sigas alimentando tus pájaros, algunos necesitamos sentir su trino en las mañanas aunque sea para reconocer que seguimos irremediablemente vivos.
Lo lindo de que tengas pájaros en la cabeza es que yo siento su aletear y la belleza de su plumaje a cada paso, en cada respiración.
Vive, feliz, de ser posible, triste cuando las circunstancias te obliguen, pero vive. Lo has hecho todo, todo: hacer que tus sueños se echen a volar.

Anónimo dijo...

Palabras de mas....
pido perdón por no saber encontrar las palabras adecuadas en el momento indicado, por no encontrar la figura literaria, el giro poético...Lo siento, pero creo que se me dá mejor hablar, aunque he ofendido tanto con mis palabras que dudo de esto último.
En fin, que me cuesta expresar aquello que solo lleva la intención de hacer sentir bien a quien lo lea, no sé si lo logre, de lo que no hay duda es de que lo merece.Seguro.